En septiembre de 2008, cuando el Partido Revolucionario Democrático celebró sus elecciones internas, hice mi primer señalamiento al modo de hacer política que se estaba llevando a la práctica; ese mismo mes escribí el primer artículo -Carta Abierta- con Balbina Herrera (la ganadora de aquel democrático proceso) como protagonista de una generación de grandes retos y oportunidades. Tiempo después, ya en enero, hice público mi apoyo a su candidatura y más que a su candidatura a la propuesta de gobierno que durante los meses siguientes se ha estado haciendo de conocimiento público.
Producto de grandes esfuerzos publicitarios y millonario derroche económico, un individuo ha minado la hermandad panameña. Producto de su demagogia e hipócrita actitud de empatía con los sectores populares, hemos sido testigos de ataques a todo nivel -de lo psicológico a lo físico-. Producto de su seudo-movimiento, se han dado lamentables cambios en algunas organizaciones políticas; lamentables porque, lejos de contribuir con el desarrollo y fortalecimiento de nuestra democracia, ha dado pie a disputas y diferencias agresivas, al desgaste de los recursos y a atentar contra todo respeto individual. Producto de un capricho y la absurda visión del país como un campo de batalla y el gobierno como un juego de popularidad política, hoy -la razón y el criterio de nuestra sociedad- se juegan la estabilidad social del país.
El 3 de mayo de 2009 será una fecha decisiva para Panamá y su futuro sociocultural. Ese día tendremos que elegir entre dos rumbos muy distintos. Aquel de un individuo improvisado, histriónico y de liderazgo comprado que es respaldado por otro de débil fortaleza para conservar un ideal de conciencia. O elegir Un Gobierno Para La Gente, que es una propuesta firmada con el compromiso puesto en la construcción de un país con seguridad, justicia y oportunidades de progreso y desarrollo social; el rumbo que nos propone un equipo que representa todos los sectores que conforman la nación panameña, el equipo que encabeza Balbina Del Carmen Herrera Araúz.
El bienestar social en Panamá será un objetivo inalcanzable si cometemos el error de creer en quien se finge pueblo y desconoce nuestras auténticas necesidades, pero las emplea en su discurso de campaña como argumento para convencer al incauto y hacer negocio con las carencias de la gente humilde. Jamás será una realidad si confiamos en quien tantas veces ha dado muestras de doble moral, de apadrinar intereses particulares e incluso desprestigiar sin medir razón ni consecuencias un día y al siguiente abrazar al supuesto ladrón, quien rendido al poder económico del magnate, se convierte en el mejor aliado.
Lo que Panamá necesita es una nueva oportunidad, una nueva clase política; producto de un proceso de inclusión social, de formación popular y humana experiencia. En este momento histórico, en la actual situación de nuestro desarrollo democrático, lo que requerimos es una figura humilde, pero sin temor a defender lo suyo, educada y con experiencia comprobada al servicio del crecimiento integral de los menos favorecidos, de la clase media –trabajadora-, de los grupos empresariales y de todos los sectores representativos de nuestra cosmopolita estructura social. Ese perfil es el de Balbina Herrera: Una mujer sencilla, de familia humilde, pero luchadora que ha sabido aprovechar las oportunidades ofrecidas y consciente de que lo menos que puede hacer para recompensar a la Patria que le alberga, abriga y nutre es servir como instrumento que guía a los que vienen detrás a nuevas y mejores oportunidades.
Oportunidades para todos:
·Seguridad y eficiencia judicial
·Producción agropecuaria, acceso y distribución -sin mañas- de la canasta básica familiar
·Fomento empresarial y laboral con salarios e incentivos acordes
·Calidad y responsabilidad en los sistemas de transporte y sus estructuras administrativas
·Excelencia y garantía de la educación
·Prevención de enfermedades y promoción de la salud
·Acceso popular a programas de titulación y vivienda digna
·Estimular en la juventud el compromiso y la satisfacción por ser emprendedores con visión social y tendencia al arte, los deportes y la cultura en sí
·Desarrollar las infraestructuras requeridas para la integración de todos los sectores que protagonizan el desarrollo nacional.
Mucho se ha hablado últimamente de cambiar las cosas en Panamá: *"El éxito del cambio es la actitud de cada uno ante el reto y hoy es nuestra oportunidad de integrarnos al esfuerzo por hacer las cosas bien en este país”. Es pues el momento de hacer realidad el sueño de tantas generaciones, el tiempo de confiar en una mujer de resultados positivos, al ejercer el soberano derecho al voto a favor de esa chola cuyo corazón late apasionadamente por la política puesta al servicio del pueblo.
*FLP-DL para BH Gente De Mente
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